lunes, 15 de noviembre de 2010

EL ENSAYO¡¡¡

El ensayo consiste en la interpretación de un tema (humanístico, filosófico, político, social, cultural, deportivo, etc) sin que sea necesario usar un aparato documental, de manera libre, asistemática y con voluntad de estilo. Se trata de un acto de habla perlocutivo.
Sólo en la edad contemporánea ha llegado a alcanzar una posición central. En la actualidad está definido como género literario, debido al lenguaje muchas veces poético y cuidado que usan los autores, pero en realidad, el ensayo no siempre podrá clasificarse como tal. En ocasiones se reduce a una serie de divagaciones, la mayoría de las veces de aspecto crítico, en las cuales el autor expresa sus reflexiones acerca de un tema determinado o, incluso, sin tema alguno.
Ortega y Gasset lo definió como «la ciencia sin la prueba explícita». Alfonso Reyes, por otra parte, afirmó que «el ensayo es la literatura en su función ancilar» (es decir, como esclava o subalterna de algo superior), y también lo definió como «el Centauro de los géneros». El crítico Eduardo Gómez de Baquero (más conocido como Andrenio) afirmó en 1917 que «el ensayo está en la frontera de dos reinos: el de la didáctica y el de la poesía y hace excursiones del uno al otro». Eugenio D'Ors lo definió como la «poetización del saber». Su origen se encuentra en el género epidíctico de la antigua oratoria grecorromana, y ya Menandro el Rétor, aludiendo al mismo bajo el nombre de «charla», expuso algunas de sus características en sus Discursos sobre el género epidíctico:
  • Tema libre (elogio, vituperio, exhortación).
  • Estilo sencillo, natural, amistoso.
  • Subjetividad (la charla es personal y expresa estados de ánimo).
  • Se mezclan elementos (citas, proverbios, anécdotas, recuerdos personales).
  • Sin orden preestablecido (se divaga), es asistemático.
  • Extensión variable.
  • Va dirigido a un público amplio.
  • Conciencia artistica.
  • Libertad temática y de construcción.
El ensayo, a diferencia del texto informativo, no posee una estructura definida ni sistematizada o compartimentada en apartados o lecciones, por lo que ya desde el Renacimiento se consideró un género más abierto que el medieval tractatus o que la suma y se considera distinto a él también por su voluntad artística de estilo y su subjetividad, ya que no pretende informar, sino persuadir o convencer. Utiliza la modalidad discursiva expositivo-argumentativa y un tipo de «razonamientos blandos» que han sido estudiados por Chaïm Perelman y Lucie Ollbrechts-Tyteca en su Tratado de la argumentación.
A esto convendría añadir que en el ensayo existe además, como bien ha apreciado el crítico Juan Marichal, una «voluntad de estilo», una impresión subjetiva que es también de orden formal. Otros géneros didácticos emparentados con el ensayo son:

Historia del ensayo

Las Cartas a Lucilio (de Séneca) y los Moralia (de Plutarco) vienen a ser ya prácticamente una colección de ensayos, pero el desarrollo moderno y más importante del género ensayístico vino sobre todo a partir de los Essais (1580) del escritor renacentista francés Michel de Montaigne, aunque sus últimos precedentes hay que buscarlos en el género epidíctico de la oratoria clásica. En España el género aparece, con el antecedente en el siglo XVI de Fray Antonio de Guevara y en el XVII de Francisco Cascales Cartas filológicas y Juan de Zabaleta Errores celebrados, a principios del siglo XVIII con el Teatro crítico universal y las Cartas eruditas y curiosas del padre Benito Jerónimo Feijoo, pero solamente tomará la denominación propia de ensayo a mediados del siglo XIX y sólo empezarán a escribir ensayos propiamente dichos la Generación del 98 y sus sucesores.

Estructura

Introducción

Es la que expresa el tema y el objetivo del ensayo; explica el contenido y los subtemas o capítulos que abarca, así como los criterios que se aplican en el texto, es el 10% del ensayo y abarca más o menos 6 renglones.
Esta parte constituye la presentación del tema sobre el que el autor va a desarrollar su propio punto de vista, así como de las razones por las cuales considera importante aproximarse a dicho tema. Además, esta parte puede presentar el problema que plantea al tema al cual vamos a abocar nuestros conocimientos, reflexiones, lecturas y experiencias. Si este se plantea, entonces el objetivo del ensayo será presentar nuestro punto de vista sobre dicho problema (su posible explicación y sus posibles soluciones). La mayoría de las veces, sin embargo, el ensayo plantea un tema bastante genérico como para adentrarse en él con toda la libertad del que divaga con sus opiniones y creencias, pero paseando a través de un territorio desconocido.

Desarrollo

Contiene la exposición y análisis del mismo, se plantean las ideas propias y se sustentan con información de las fuentes necesarias: libros, revistas, Internet , entrevistas y otras. Constituye el 80% del ensayo. En él va todo el tema desarrollado, utilizando la estructura interna: 60% de síntesis, 10% de resumen y 10% de comentario.
Se sostiene la tesis, ya probada en el contenido, y se profundiza más sobre la misma, ya sea ofreciendo contestaciones sobre algo o dejando preguntas finales que motiven al lector a reflexionar. Esta utiliza principalmente recursos como lo son la descripción, la narración y citas que deben ser incluidas entre comillas para poder tener con qué defender nuestra tesis.

Conclusión

En este apartado el autor expresa sus propias ideas sobre el tema, se permite dar algunas sugerencias de solución, cerrar las ideas que se trabajaron en el desarrollo del tema y proponer líneas de análisis para posteriores escritos. Contemplan el otro 10% del ensayo, alrededor de media página.
Esta última parte mantiene cierto paralelismo con la introducción por la referencia directa a la tesis del ensayista, con la diferencia de que en la conclusión la tesis debe ser profundizada, a la luz de los planteamientos expuestos en el desarrollo. Se puede "inferir" en esta, que es la manera de comprobar lo que se dijo anteriormente, explicando el por qué sustenta un tema o una opinión y las motivaciones que lo llevan a desarrollarlo o bien que lo terminen de una mejor forma.

Lógica en el ensayo

La lógica es crucial en un ensayo y lograrla es algo más sencillo de lo que parece: depende principalmente de la organización de las ideas y de la presentación. Para lograr convencer al lector hay que proceder de modo organizado desde las explicaciones formales hasta la evidencia concreta, es decir, de los hechos a las conclusiones. Para lograr esto el escritor puede utilizar dos tipos de razonamiento: la lógica inductiva o la lógica deductiva.
De acuerdo con la lógica inductiva el escritor comienza el ensayo mostrando ejemplos concretos para luego deducir de ellos las afirmaciones generales. Para tener éxito, no sólo debe elegir bien sus ejemplos sino que también debe presentar una explicación clara al final del ensayo. La ventaja de este método es que el lector participa activamente en el proceso de razonamiento y por ello es más fácil convencerle.
De acuerdo con la lógica deductiva el escritor comienza el ensayo mostrando afirmaciones generales, las cuales documenta progresivamente por medio de ejemplos concretos. Para tener éxito, el escritor debe explicar la tesis con gran claridad y, a continuación, debe utilizar transiciones para que los lectores sigan la lógica/argumentación desarrollada en la tesis. La ventaja de este método es que si el lector admite la afirmación general y los argumentos están bien construidos generalmente aceptará las conclusiones

APRENDIZAJE AUTONOMO¡¡¡¡

La comprensión del significado de aprendizaje autónomo se facilita al revisar el concepto de autonomía. Al respecto A. Chene hace el siguiente planteamiento: “Autonomía significa que uno puede fijar, y en realidad fija, sus propias normas y que puede elegir por sí mismo las normas que va a respetar. En otras palabras, la autonomía se refiere a la capacidad de una persona para elegir lo que es valioso para él, es decir, para realizar elecciones en sintonía con su autorealización”...
La comprensión del significado de aprendizaje autónomo se facilita al revisar el concepto de autonomía. Al respecto A. Chene hace el siguiente planteamiento: “Autonomía significa que uno puede fijar, y en realidad fija, sus propias normas y que puede elegir por sí mismo las normas que va a respetar. En otras palabras, la autonomía se refiere a la capacidad de una persona para elegir lo que es valioso para él, es decir, para realizar elecciones en sintonía con su autorealización”.


Brockett y Hiemtra desarrollan el concepto de aprendizaje autodirigido en lugar de aprendizaje autónomo. Al respecto afirman que “la autodirección en el aprendizaje es una combinación de fuerzas tanto interiores como exteriores de la persona que subrayan la aceptación por parte del estudiante de una responsabilidad cada vez mayor respecto a las decisiones asociadas al proceso de aprendizaje” .

Otros autores han hecho planteamientos en el mismo sentido: “proceso personal de aprender a aprender, a cambiar, a adaptarse” (C. R. Roger). La enseñanza es una “situación provisional que tiene por objetivo hacer al estudiante… autosuficiente” (j. S. Bruner). “El objetivo de la educación de adultos o de cualquier tipo de educación es convertir al sujeto en un estudiante continuamente dirigido desde adentro y que opera por sí mismo” (J. R. Kidd). “Autodirección es la capacidad que tiene el estudiante adulto de asumir la responsabilidad de la planificación y dirección del curso de su aprendizaje” (A.M. Tough).

M. S. Knowels asocia el aprendizaje autodirigido con andragógico y lo considera como un proceso en el cual los individuos toman la iniciativa en el diseño de sus experiencias de aprendizaje, diagnóstico de necesidades, localización de recursos y evaluación de los logros. Afirma que los adultos generalmente tienen una elevada necesidad psicológica de ser autodirigidos. De igual manera justifica el desarrollo de habilidades para el aprendizaje autodirigido a partir de razones como:

Las personas que toman la iniciativa en el aprendizaje tienen más posibilidades de retener lo que aprenden que el estudiante pasivo.

El hecho de tomar la iniciativa en el aprendizaje está más acorde con nuestros procesos naturales de desarrollo psicológico.

En la práctica gran cantidad de desarrollos educativos recientes sitúan la responsabilidad del aprendizaje en manos de los estudiantes.

También plantea Knowels que la capacidad de aprender por uno mismo, se ha convertido de repente en un requisito previo para vivir en este nuevo mundo.

Los seres humanos continuamente estamos tomando decisiones y realizando diversas acciones con autonomía. En algunas ocasiones aplicamos dicha autonomía sobre cosas o aspectos cotidianos o elementales y en otras la ejercemos para tomar decisiones sobre proyectos trascendentales. Nuestro ejercicio autónomo lo realizamos en casi todos los aspectos de nuestra vida: el hogar, el trabajo, el estudio.

Reflexione por un momento. ¿En qué ocasiones o aspectos es usted realmente autónomo? ¿Le gustaría tener mayor autonomía? ¿En que aspectos? ¿Que logros adicionales obtendría?. Cuando hablamos de aprendizaje autónomo nos referimos al grado de intervención del estudiante en el establecimiento de sus objetivos, procedimientos, recursos, evaluación y momentos de aprendizaje. En la práctica, en un programa educativo, no es usual que exista un grado absoluto de autonomía en dichos aspectos y posiblemente tampoco es muy aconsejable; sin embargo, la experiencia ha demostrado que cuando el estudiante tiene una mayor participación en las decisiones que inciden en su aprendizaje, se facilitan la motivación y efectividad en el proceso educativo.

Hoy en día son comunes las ideas y conceptos alrededor de términos afines como autodirección, autoeducación, aprendizaje andragógico, aprendizaje autónomo, aprendizaje planificado por uno mismo, educación a distancia; sin embargo, los planteamientos, desarrollos conceptuales y prácticas específicas al respecto no son nada recientes. Por el contrario, antes de la organización de centros educativos formales, la autoeducación fue casi la única opción que tuvieron las personas para instruirse o comprender las cosas que sucedían en su entorno inmediato.

Diversos historiadores afirman que la autoeducación fue importante en la vida de los filósofos griegos. Sócrates se consideraba un autodidacta y reconocía que aprendía continuamente de quienes le rodean. Platón consideraba que el fin último de la educación de los jóvenes era el de desarrollar sus capacidades para actuar como autodidacta durante la edad adulta. Aristóteles explicó la autorrealización como una sabiduría potencial que podía desarrollarse ya fueses con la orientación de un maestro o sin esta.

Durante la América Colonial muchas personas practicaron la autodirección en el aprendizaje y dada la escasa disponibilidad de material educativo escrito se utilizó bastante la tradición oral. Buena parte de nuestros próceres, líderes y personajes que han hecho historia no tuvieron acceso a una educación formal completa y la educación autodirigida se constituyó en elemento fundamental para su proceso de autorrealización.

En los últimos años y especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XX se han presentado variaciones sustanciales en las concepciones, enfoques y metodologías sobre educación y aprendizaje. Tradicionalmente el centro del proceso educativo ha ido el maestro y por lo tanto los alumnos se han venido agrupando a su alrededor en las llamadas “clases” ya que aquel ha sido quien ha estado decidiendo los objetivos de aprendizaje, los contenidos, las estrategias, los momentos en el tiempo, los indicadores de logro, etc.; por tanto el estudiante ha sido altamente dependiente del profesor.

Cada vez es más fuerte y radical el desplazamiento de las prácticas pedagógicas hacia un aprendizaje centrado en el estudiante y por tanto se presenta un cambio en el papel del maestro: ya no se dedica a transmitir conocimientos o a instruir, sino a orientar el proceso educativo en ambientes en los cuales el estudiante sea capaz de identificar y decidir lo que quiere aprender y las condiciones en que va a hacerlo.

En otras palabras, se ha venido dando mayor importancia al aprendizaje autodirigido, en el cual el estudiante debe ser capaz tanto de identificar sus necesidades de aprendizaje como de acudir a las fuentes de información y a procesos de formación para satisfacer dichas necesidades. Bajo esta concepción el aprendizaje no se limita a las cuatro paredes del aula ya que los límites de ésta se amplían a todos los escenarios en que interactúa el estudiante, es decir que se tiene el mundo entero por aula de clases. Este tipo de aprendizaje se viene aplicando ampliamente en procesos de instrucción relacionados con la formación profesional en diversas disciplinas, el desarrollo de recursos humanos en la empresa, la educación continuada, etc.

Este cambio de explica en parte en la aceptación generalizada de principios básicos como los siguientes:

El reconocimiento de que cada persona aprende conceptos y desarrolla destrezas de manera distinta y a ritmo diferente que otros estudiantes.

El aprendizaje es más efectivo cuando es experimental o sea que aprendemos mejor cuando tenemos la oportunidad de probar o de confrontar con la realidad los conceptos teóricos.

Como respuesta a los incesantes cambios que se presentan en todos los ámbitos, el aprendizaje debe ser permanente, o sea que se realiza durante toda la vida, por tanto toda persona debe desarrollar habilidades para la adquisición de nuevos conocimientos de manera continua e independiente.

Una opción adecuada para responder a estas realidades es la de aumentar la autonomía del estudiante en su propio proceso de aprendizaje, de tal manera que esté en capacidad de relacionar problemas por resolver y destrezas por desarrollar con necesidades y propósitos de aprendizaje, así como de buscar la información necesaria, analizarla, generar ideas para solucionar problemas, sacar conclusiones y establecer el nivel de logro de sus objetivos.

Los comportamientos de independencia y autonomía han sido investigados e interpretados por diversos expertos. Heathers distingue entre independencia instrumental e independencia emocional.

Cuando usted está desarrollando una tarea o actividad y procede a solucionar los problemas que va encontrando, sin solicitar ayuda, está empleando su independencia instrumental. Si considera que no necesita aprobación por parte de otra u otras personas para estar seguro de la calidad de trabajo que ha realizado o del grado de dominio que tiene sobre dicha tarea, está empleando su independencia emocional.

Los comportamientos motivados por la necesidad de aprobación por parte de otras personas son sintomáticos de dependencia emocional. En realidad está comprobado que todos los seres humanos requerimos, en menor o en mayor grado, de alguna forma de aprobación externa como un mecanismo de refuerzo o de validación de nuestros conocimientos y destrezas.

Cuando un estudiante autónomo está desarrollando un programa de aprendizaje valora por si mismo el nivel de avance o de logro en sus propósitos de formación (auto aprobación) y por tanto es emocionalmente independiente. En la medida en que acuda al profesor en busca de aprobación estará empleando un menor grado de autonomía.

Knowles plantea que en la medida en que un niño empieza a formar su propia identidad va descubriendo que puede tomar decisiones por si mismo. Pero, desafortunadamente, en la mayoría de los casos el ingresar en un programa educativo se debe acostumbrar a que las decisiones y la responsabilidad por su propio proceso formativo las asuman sus profesores y sus padres. De esta manera se inhibe el desarrollo de su capacidad autónoma. En consecuencia el llegar a la edad adulta presente dificultades para realizar aprendizajes autodirigidos. Cuando una persona se da cuenta de que puede comportarse de manera totalmente autodirigida puede afirmar que ha llegado a ser psicológicamente adulta.

Knowles también afirma que el comportamiento autónomo es adulto y por tanto una educación apropiada de adultos debería basarse en el restablecimiento y apoyo de la autonomía del estudiante a través de metodologías de aprendizaje adecuadas. Explica el aprendizaje autónomo como un proceso en el cual las personas asumen la iniciativa, con o sin ayuda de otras, en el diagnóstico de sus necesidades de aprendizaje, la formulación de sus objetivos, la identificación de los recursos necesarios para aprender, la elección y aplicación de las estrategias adecuadas y la evaluación de los resultados de su aprendizaje.

Brockett y Hiemtra plantean que el concepto de auto dirección en el aprendizaje involucra dos dimensiones distintas, pero relacionadas: aprendizaje autodirigido y auto dirección del estudiante. El término aprendizaje autodirigido se refiere a un método de instrucción mediante el cual el estudiante asume responsabilidad primaria en la planificación, elaboración y evaluación de su proceso de aprendizaje, aun cuando pueda intervenir un agente educativo como facilitar de este proceso. El término autodirección del estudiante involucra las características de la personalidad del individuo y se centra en las preferencias del estudiante por asumir la responsabilidad de su aprendizaje.

Para estos dos autores el punto de partida o la piedra angular de la autodirección en el aprendizaje es la responsabilidad personal y en esta se da cuando el individuo asume la titularidad de sus pensamientos y acciones, cuando tiene el control sobre la forma de responder a una situación, aun cuando no necesariamente el control de las diversas circunstancias de entorno.

En realidad las personas adultas asumen una disposición diferente para aceptar su responsabilidad personal en procesos de aprendizaje y no necesariamente inician experiencias de aprendizaje con habilidades consolidadas para el aprendizaje autónomo. En todo caso una meta deseable para todo adulto es la de asumir el mayor control de su propio destino; por tanto, los programas y los educadores de adultos deben dedicar parte de sus acciones a ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades para asumir elevados niveles de responsabilidad en su propio aprendizaje.

Al asumir que el punto de partida para todo proceso de aprendizaje está en el propio individuo, no se puede desconocer la importancia del contexto social en el cual se realiza el aprendizaje, ya que dicho contexto proporciona el escenario en que este se va a desarrollar. En el entorno en el cual el adulto desarrolla sus actividades cotidianas se encuentran diversos elementos y recursos que pueden ser utilizados como parte de redes de aprendizaje con el propósito de efectuar intercambios informales de aprendizaje.

De igual manera se considera que quien asume la responsabilidad personal como individuo se encuentra en posición más favorable para realizar actuaciones sociales más responsables y para asumir las consecuencias de sus acciones.

En el mismo sentido D.D. Pratt considera que la auto dirección es una condición situacional influida tanto por variables contextuales como por las características del estudiante y las del profesor o facilitador. La mayor o menor necesidad de dirección de un adulto en situación de aprendizaje se relaciona con su nivel de competencia o sea con los conocimientos y habilidades para tomar decisiones y con el grado de dependencia, es decir, la capacidad de autodirigirse en situaciones específicas.

Es claro que no todos los adultos poseemos el mismo nivel de desarrollo de las habilidades para el aprendizaje autónomo y aparentemente esta es una condición que varía dependiendo de las circunstancias y de las situaciones de aprendizaje. McCambs afirma que “hasta que los estudiantes no desarrollen, en un sentido estable, una autoidentidad positiva que sea reforzada por una experiencia de aprendizaje exitosa, no será posible para ellos comprometerse en aquellos procesos de autoevaluación que generen una posible disposición afectiva y motivación para ser estudiantes autorregulados”.

Es indiscutible que en los últimos años, especialmente en la segunda mitad del siglo XX, han retornado gran interés las investigaciones, debates y controversias, alrededor de las bondades y limitaciones de los procesos relacionados con el aprendizaje autónomo; de igual manera se han venido compartiendo los resultados múltiples experiencias que se han adelantado en diversos países alrededor del mundo. Cada día es mayor es el número de partidarios o de personas convencidas de estas formas de aprendizaje; sin embargo, también es necesario reconocer que hay quienes todavía son escépticos sobre los resultados y el grado de generalización de las prácticas autónomas.

A manera de síntesis se exponen a continuación algunas de las conclusiones que se han venido elaborando a partir de dichas investigaciones y experiencias:

Los estilos, enfoques y resultados varían dependiendo de las personas y de las situaciones de aprendizaje. Cada vez que iniciamos un proceso de aprendizaje nos encontramos con nuevas necesidades de asistencia externa, iniciativa y reflexión personal en relación con nuestra actividad de aprendizaje.

Todas las personas poseemos y podemos desarrollar, aun cuando en diferente grado, capacidades para la autodirección en nuestro aprendizaje. Esto implica tratamientos o atención diferenciada por parte de los profesores, orientadores o tutores.

La autodirección o autonomía no es sinónimo de aislamiento de elementos o de factores externos, ni de autosuficiencia absoluta. Este tipo de aprendizaje se puede dar tanto individualmente como en grupos y en permanente interacción con diversos elementos del entorno.

La formación mediante procesos de autodirección exige considerable tiempo y recursos para organizar las actividades de aprendizaje, pero a cambio se obtiene una buena cantidad de beneficios adicionales: mayor interés y retención, avance al propio ritmo, desarrollo de pautas propias para el planteamiento y solución de problemas, afianzamiento de la confianza y el concepto de si mismo, disposición por iniciar y mantener de manera permanente procesos de aprendizaje por iniciativa propia.

Aun cuando un medio básico para este tipo de aprendizaje es el escrito, las actividades no se concentran exclusivamente en éste y se pueden emplear múltiples opciones alternas: participación en grupos de estudio, viajes de estudio, visitas a entidades u organizaciones, colaboración con expertos, participación en debates, entrevistas, investigaciones, foros electrónicos, etc.

La autodirección no implica pasividad, comodidad o inactividad por parte del tutor o maestro, por el contrario, exige asumir un papel activo, acciones de negociación con el estudiante, intercambio de puntos de vista, preparación de recursos y de medios, convalidación de resultados, fomento de actitudes analíticas y críticas en el alumno y demás acciones que favorezcan un aprendizaje de alta calidad.

Cuando se logra una adecuada comprensión del potencial que ofrece la autodirección en el aprendizaje y cada uno de los elementos interactuantes (estudiante, tutor, institución educativa) asumen con responsabilidad sus respectivas funciones, se deben obtener resultados de excelente calidad. Está demostrado que la mayoría de los estudiantes ponen en acción sus capacidades plenas y aplican el máximo esfuerzo con el propósito de lograr aprendizajes de alta calidad, cuando se les otorga confianza.

Entre las diversas opciones de aprendizaje que están al alcance de los adultos, aquellas que privilegian acciones de autonomía en la toma de decisiones con respecto a su propio aprendizaje se constituyen en la alternativa más adecuada para estos.

Un elemento importante para facilitar el aprendizaje autónomo lo constituyen los recursos, los cuales se pueden agrupar en: audiovisuales,, individualizados, institucionales y con el docente.

Entre los recursos audiovisuales que se puede emplear están: módulos de autoinstrucción, textos educativos, revistas, periódicos, videos educativos, videos interactivos, computadores, tutoriales interactivos por computador, redes electrónicas, televisión, radio.

Como recursos individualizados se destacan: viajes de estudio, visitas de observación, proyectos de aprendizaje, registros personales, juegos de creatividad, evocación estimulada, conversación con uno mismo.
En cuanto a los recursos institucionales podemos anotar: bibliotecas, laboratorios, centros de práctica, aulas, auditorios, salones de proyección, bases de datos, conferencias presenciales, teleconferencias, audioconferencias, museos, grupos de debate, correo electrónico.

Las ayudas que se pueden emplear en interacción con el docente también pueden ser de distinto tipo: tutoría presencial y a distancia, orientación para la realización de actividades de aprendizaje, debates en grupos de estudio, comunicación telemática, informes de actividades realizadas

PENSAMIENTO COMPLEJO¡¡¡¡


Puede parecer una verdad de Perogrullo el afirmar que vivimos una época de profundos cambios. Estos cambios se manifiestan en diferentes ámbitos de nuestra vida cotidiana, como en el clima del planeta, en la conformación de bloques económicos, en las posibilidades de acceso y uso de la información, en las normas y valores en la sociedad. La vigencia de los conocimientos y de los patrones de conducta es cada vez más reducida. ¿Qué hace la institución escolar para responder a los cambios? ¿Cómo pueden los docentes estar preparados para educar para los cambios? ¿Cuáles son los contenidos de la educación para preparar al individuo que vivirá en el futuro? Estas son algunas preguntas que se presentan como apremiantes en sus respuestas, pero que no responderé en este artículo. Lo que pretendo hacer es ofrecer algunos elementos de lo que se conoce como paradigma de la complejidad, investigación social de segundo orden, constructivismo, etc., que considero ayudarán a estructurar respuestas pertinentes a esos problemas.
 Parto del supuesto que estas ideas y conceptos permitirán construir el marco teórico que posibilite pensar la educación del futuro. Su desarrollo será en cuatro partes: en la primera se hablará del sentido de lo educativo y sus características; en la segunda parte se realizará una crítica de la postura epistemológica clásica; en la tercer parte se expondrán algunos conceptos que considero fundamentales de este nuevo enfoque, y en la cuarta y última parte se relacionarán los conceptos de este nuevo enfoque y sus posibles implicaciones en lo educativo.
 Lo que se presenta es un primer acercamiento a esta discusión, por lo que todas las afirmaciones son provisionales. Sin embargo, se espera que aporten elementos para ir construyendo una teoría más potente para entender lo educativo.
El sentido de lo educativo y sus características
Han existido muchas definiciones de lo que es la educación, las cuales han hecho énfasis en diferentes conceptos: la transmisión de valores culturales, el perfeccionamiento del ser humano, el cultivo de todas las facultades,etc. Pocos seres en este planeta tienen tan pocas conductas instintivas como el ser humano; la mayoría de las especies animales nacen con un conjunto de patrones de conducta que les permiten sobrevivir con poca ayuda de sus progenitores, cosa que no ocurre en el caso de los seres humanos. Necesitamos de los otros; aparte del cuidado y la alimentación, recibimos de los demás otros elementos que nos permiten interaccionar con el mundo; el lenguaje es una de las mediaciones fundamentales, pero también recibimos costumbres, valores, actitudes, formas de sentir. Las sociedades antiguas capacitaban a sus miembros en las faenas que les permitían sobrevivir, les ofrecían técnicas para sembrar, cazar, recolectar, para hacer su vestido y su calzado. Conforme fueron evolucionando, las sociedades han ido trasladando las actividades y aprendizajes físicos a los intelectuales, a los procesos cognoscitivos.  De la tecnología para construir máquinas que potenciaran las capacidades humanas (martillo, brazo mecánico, automóvil, etc.) a la tecnología para potenciar el intelecto humano (computadoras, sistemas expertos, etc.). Antes lo esencial de los contenidos educativos estaba en el hacer, hoy en el pensar; antes en la acción disciplinaria, hoy en clarificar valores. Lo esencial de la educación no ha cambiado: la acción entre humanos, unos que enseñan y otros que aprenden, está ahí. Lo que admite y está sujeto al cambio son los contenidos y los procedimientos a través de los cuales se educa al otro. El hacer, el pensar y el sentir contenidos en las acciones que pretenden educar es lo que define su actualidad o anacronismo. Se parte, al pretender educar, de una gran limitante: fuimos educados y recibimos las cosas del pasado y, si somos educadores, educamos para el futuro; sólo una pequeña parte de lo que podamos enseñar a las nuevas generaciones les será de utilidad en un tiempo por venir que quizá ni imaginemos. Un profesor que piensa la educación la debe pensar en varios niveles , en diferentes dimensiones  y en diferentes tiempos. En varios niveles porque el pensar si lo que realiza en su salón de clases tiene los resultados que desea, implica una vigilancia inmediata de su pertinencia y eficacia, pero a la vez, cada hora sus acciones, las de cada día o semana, van acumulando aprendizajes que van definiendo el sentido formativo que las prácticas educativas escolares tienen para el sujeto, si lo forman como sujeto crítico, responsable, honesto, reflexivo, etc. Pero además, si se prepara al alumno para incorporarse de manera pertinente y valiosa a la sociedad de que forma parte. En varias dimensiones, porque no es sólo el dar información o tratar de transmitir un conocimiento y hacer que el alumno se lo apropie, implica también una carga afectiva, emocional, sentimental, hacia el maestro, sus compañeros, hacia el conocimiento; también implica una serie de patrones de aprendizaje físicos, tanto en el sentido de cómo comportarse en la escuela o de aprender a realizar acciones de algún adiestramiento específico (clavar, desarmar, nadar, etc.). Es pensar en varios tiempos, porque el tiempo de los alumnos es diferente al tiempo de los profesores; es poder prever qué es lo que en el futuro posible requerirá este alumno nuestro, es pensar el pasado porque se debe elegir del legado del pasado lo que es valioso para construir el futuro. Pensar lo educativo implica esto y muchas otras cosas, lo cual no implica que los docentes necesariamente lo hagan; así como las personas pueden vivir tranquilamente sin conocer bioquímica o astrofísica, así también los profesores pueden hacer sus actividades cotidianas sin complicárselas pensando estas cosas.
 Sin embargo, independientemente de los juicios morales que nos merezcan los avances de la ciencia, ésta avanza por los que piensan más y mejor que otros, y se puede dar el caso que los conocimientos sirvan para evitar el sufrimiento de algunos y hacer más felices a otros, lo que ya es una ganancia.
 
El sentido tradicional de la ciencia
La ciencia ha venido teniendo diferentes acepciones conforme ha ido transcurriendo el tiempo; se consideraba que la realidad estaba ahí, esperando a que el científico la observara, la describiera en sus regularidades y pudiera establecer principios de regularidad en sus manifestaciones. Se hacía mucho énfasis en cuidar la objetividad de lo que se hacía, y esto estaba referido a que la subjetividad del investigador no contaminara su actividad investigadora. Gran parte de la validación de lo que se hacía tenía como criterio de validez el método según el cual se realizaban las acciones; todo mundo quería llevar a la práctica el método científico. Había una gran preocupación por la pretensión de universalidad del conocimiento producido, los conocimientos de la ciencia deberían ajustarse a una generalidad y universalidad como los que parecían tener los realizados en física, química, etc. Se fueron desarrollando ciencias, que consideraron que tenían un objeto de estudio, un método y toda una problemática por investigar, se desarrolló la hiperespecialización. En el campo de la educación, la pretensión de la pedagogía como ciencia de la educación era fácilmente arrollada por ese cúmulo de ciencias de la educación. Campos como el de la educación siempre fueron problemáticos para esta tendencia que quería otorgar una parcela de la realidad a cada ciencia. La necesidad de que los enunciados se construyeran a partir de muchos datos estadísticos parecía darle más veracidad a las afirmaciones. Sin embargo, al interior de las ciencias duras como la física, la química, las matemáticas, se fueron encontrando callejones que no tenían salida. Descubrimientos que hacían bajar la guardia a la visión optimista de tener conocimientos que pudieran dar cuenta de la realidad tal como era. Las afirmaciones se cuestionaban desde la estructura del sujeto que las enunciaba y del medio por el cual se hacían.
 
Hacia la complejidad
Existen textos introductorios que ofrecen argumentaciones y puntos de referencia obligados para entender este punto de vista, como una compilación realizada por Jesús Ibáñez, Nuevos avances en la investigación social, La investigación social de segundo orden, y otra de Paul Watzlawick y Peter Krieg, El ojo del observador. Contribuciones al constructivismo. Una buena síntesis la ofrece Jesús Ibañez en su libro El regreso del sujeto. La Investigación social de segundo orden.
 Algunas ideas que me parecen fundamentales son las siguientes:
 -La realidad como tal no es algo que esté fuera del sujeto, el cual sólo tiene que ir a tomarla allá afuera. La realidad se va construyendo a partir de un conjunto de selecciones y clasificaciones que realiza el sujeto. En este proceso tiene dos herramientas importantes, una es el lenguaje y la otra el pensamiento.
 -Sólo se puede ir construyendo el conocimiento, a partir tanto de las acciones mismas de la indagación, como de la indagación de quien indaga. El sujeto no está excluido del proceso de conocimiento, forma parte de él. Por lo tanto, no es el proceso de la investigación algo externo y que no puede ser influido por el sujeto, sino que es ya la acción de conocer la que está modificando a quien está conociendo. Esto lo considero especialmente válido para las ciencias sociales y para la investigación en educación, ya que en otras ciencias como la astronomía los objetos parecieran estar ahí siempre del mismo modo y muy externos al sujeto que conoce.
 -La ciencia se construye básicamente a partir del conjunto de los consensos que se van tejiendo entre los investigadores, a partir de las reglas del juego que ellos mismos van estableciendo, ya sea en los procedimientos o en el lenguaje.
 -No es tanto la diferencia entre lo cuantitativo y lo cualitativo lo que define este enfoque, sino, como lo señala Jesús Ibáñez, "...el problema no es que se utilicen palabras o números (evidentemente con números no se puede interpretar y con palabras no se puede describir con precisión), sino que el investigador piense o no piense lo que hace: el que reflexiona sobre su acción investigadora se acerca al segundo orden, y el que no lo hace, se acerca al primer orden."(Ibáñez, 1994, p. XVIII).
 -El mundo y la realidad que se percibe depende de la capacidad de percepción de quien percibe, de tal manera que se pueden percibir mundos y realidades diferentes. Por lo cual, yo no puedo garantizar que mi percepción sea la única, ni la mejor, ni la verdadera, sólo puedo dar mis argumentos de por qué la percibo así y no de otra manera.
 -Algo que caracteriza este tipo de hacer ciencia es el pensamiento complejo. En relación con esto dice Edgar Morin: "...el pensamiento complejo es ante todo un pensamiento que relaciona. Es el significado más cercano del término complexus (lo que está tejido en conjunto). Esto quiere decir que en oposición al modo de pensar tradicional, que divide el campo de los conocimientos en disciplinas atrincheradas y clasificadas, el pensamiento complejo es un modo de religación. Está pues contra el aislamiento de los objetos de conocimiento; reponiéndoles en su contexto, y de ser posible en la globalidad a la que pertenecen."(Morin, 1996, p. 72)
 -Es no solamente establecer las acciones de investigación, sino a la vez, incluir en el proceso los conceptos claves y las relaciones lógicas que controlan al pensamiento.
 -De tal forma que es un proceso investigativo esencialmente interdisciplinario.
 -Es a partir de la problematización del pensamiento que piensa, que este punto de vista se acerca mucho a las ciencias cognitivas (cibernética de la segunda generación, psicología genética, terapia sistémica, etc.)
 Estos son algunos de los elementos, según mi versión, que van definiendo este nuevo paradigma.
Pensamiento complejo e investigación en la educación
La educación es, ante todo, una práctica social, un conjunto de acciones humanas. Creo que una de las dificultades para poder hacer uso de los conocimientos científicos que aporta la psicología, la antropología y otras ciencias a la educación, ha estado en ver sólo elementos  aislados de una realidad compleja. Creo que conforme nos vayamos acercando a la complejidad de la estructura y el sistema que opera cuando se piensa la educación, podremos ir aportando conocimientos útiles que nos vayan acercando a la comprensión de lo educativo.
 Pienso, además, que no se puede ser sólo observador y analista del fenómeno educativo sin modificarse y modificar nuestro accionar en ello. El problema reside en pensar simultáneamente lo que se está investigando y las operaciones de quien investiga, y juntar las relaciones entre ambas cosas.
 La complejidad de lo educativo rebasa ampliamente cualquier visión disciplinaria; no es sólo psicología o sociología, economía, lingüística, etc. lo que nos puede acercar a la construcción del conocimiento de lo educativo, sino la posibilidad de ver lo esencial de las relaciones en juego y el tipo y nivel de conocimientos que involucra.
 La posibilidad de pensar y conocer lo educativo como totalidad, el reintroducir al sujeto que conoce, la posibilidad de pensar varias relaciones y niveles, el saber que la posibilidad de pensar más relaciones de lo educativo es lo que nos posibilitará ir construyendo una ciencia de la educación. Creo que estos y otros elementos de este paradigma serán importantes en un futuro.
 
A manera de conclusiones
Las ideas que dan origen a la investigación del segundo orden nacen en otros campos, como la biología, la física, la cibernética, etc., y se puede cuestionar su pertinencia para ser traídas para pensar la educación. También nos encontramos conceptos de un gran nivel de generalidad, por lo cual se pueden aplicar a todo y a nada. Sin embargo, creo que previa revisión crítica de los planteamientos, podremos obtener una teoría articulada tanto a nivel de principios epistemológicos como científicos que nos ayuden a pensar mejor lo educativo. Terminaría haciendo una invitación a conocer este punto de vista.

EL RESUMEN¡¡¡¡


Un resumen es la forma abreviada de un texto original, al que no se le han agregado nuevas ideas y que representa en forma objetiva, pero más acotada, los contenidos de un texto o escrito en particular. La objetividad de un resumen resulta de gran importancia, ya que junto a la brevedad, son los elementos esenciales para poder hablar de la realización de un resumen.
Un resumen es utilizado en múltiples formas; muchas veces se ubican al comienzo de un libro o escrito a fin de exponer en forma breve aquellos temas que se tratarán, o bien, se utiliza como una efectiva herramienta de aprendizaje, facilitando la retención de contenidos que muchas veces resultan tediosos o muy extensos.
Para la realización de un resumen es necesario tener en cuenta la estructura del texto original y de este modo, respetar de la mejor manera posible lo expuesto por el autor del texto original, tanto en la introducción, como en el desarrollo y en la conclusión de la exposición de sus ideas o conocimientos. En términos prácticos el resumen incluye tal como el texto original una introducción, la metodología del estudio (si es que aplica), el desarrollo, y una conclusión con recomendaciones (si es que estas aplican).
Por lo general, la mejor forma de realizar un resumen consta de una primera lectura del texto, en el que se intenta comprender a cabalidad los contenidos allí expuestos, para luego, en una segunda lectura, poder centrarse en la búsqueda de las ideas centrales. En esta segunda etapa es recomendable subrayar las ideas para luego extraerlas dentro de su contexto particular. Finalmente, para lograr un buen resumen será necesario tomar las ideas principales que se han encontrado para luego poder redactar un nuevo texto que respete y refleje la estructura del texto original conservando las ideas centrales de este. Un buen resumen, además de reflejar en forma objetiva los contenidos del texto original, los explica en una forma más sencilla y utiliza conceptos de más fácil comprensión, ya que para ahondar en los temas, siempre se contará con el escrito original.

ORGANIZAR EL TIEMPO LIBRE Y DE ESTUDIO¡¡¡¡

1.-Necesitas cinco minutos cada día para planificarte. Cuanto más atareado estés, más necesitas organizarte. No te dejes atropellar por la improvisación de hacer lo más inmediato. Date la satisfacción de saber por dónde vas y de cumplir lo que habías previsto para cada día.2.- No empieces nunca por lo fácil con la excusa de ir entrando en materia poco apoco. Valdría si hubiera mucho tiempo por delante, pero generalmente no lo hay. Comienza por lo más importante; si no lo haces así, te perturbará la ansiedad de saber que aún tienes pendiente aquella tarea y el nerviosismo te hará aumentar la sensación de impotencia.
3.- Lleva siempre encima una agenda en la que puedas anotar una idea antes de que se te olviden datos que sea necesario recordar.
4.- Conserva pocos papeles. Tira todos los que hayas usado y no sean imprescindibles. Archiva con un método claro todo lo que decidas conservar. Hay quienes pierden más de la mitad del tiempo de estudio en buscar informaciones entre fotocopias y cuadernos.
5.- No comiences nunca a hacer una cosa si no confías seriamente en que puedes realizarla. Cuando se produce un fracaso y no se completa una tarea, se produce una insatisfacción y uno sentimiento de culpabilidad que lleva a perder cantidad de tiempo. Es mejor pedir ayuda cuando sientes que lo necesitas.
6.- Antes de ponerte a estudiar prepara todas las cosas que preveas necesarias. Es conveniente cortar a tiempo las posibilidades de fuga. Quien mucho se levanta, poco interés tiene.
7.- Aprovecha en lo posible tus mejores momentos. ¿Eres de los madrugadores? ¿O prefieres las tardes? Estudia en tus momentos altos de energía. El descanso y la diversión exigen menos concentración.8.- Busca sitios adecuados donde poder estudiar sin que haya demasiado ruido. Si es necesario, recurre a otras posibilidades fuera de casa: bibliotecas públicas, etc. La concentración es imprescindible.9.- Con el estómago lleno es difícil de conseguir esta concentración: busca tiempos más oportunos.

10.- Procura trabajar en una mesa en la que sólo tengas las cosas que necesites para el estudio; evita en lo posible el riesgo de distraerte.11.- Empieza a estudiar con un vistazo general de los temas. Esto ayuda a concentrar la atención y a despertar el subconsciente. Tener un marco de referencia general te ayudará a comprender mejor los pasos de un proceso.

12.- Reserva algún tiempo del día para resolver las cosas triviales, pero necesarias. Evita la sensación de estar pendiente de terminar algo que se ha quedado a medias. Esta sensación es frustrante y quita concentración.

13.- Cuando lo necesites, descansa, relájate, oye música. No esperes a que el cansancio se convierta en agotamiento, pero tampoco diversifiques los objetivos de tu atención haciendo varias cosas a la vez, como estudiar y oír música; las dos cosas a la vez no suelen funcionar bien.

14.- Ponte cómodo para estudiar, postura relajada, ropa floja y cómoda, buena luz.

15.- Pide ayuda cuando la necesites porque no consigues resolver una cuestión. Remite tus dudas al profesor, en clase, pero no dejes pasar un tiempo excesivo para aclararlas. Muchas veces basta con una consulta a tu compañero, pero cuando haga falta hay que recurrir al profesor, con quien siempre hay que mantener una relación personal que facilite estas consultas.

!!! APRENDIZAJE VISUAL, KINESTESICO Y AUDITIVO¡¡¡¡

El aprendizaje se ve afectado por múltiples factores: desde características ambientales (como la luz, la temperatura o el ruido) hasta rasgos emocionales (como la motivación y la responsabilidad). En el presente artículo te invitamos a conocer los estilos de cómo aprendemos; conoce el tuyo y saca ideas que te ayuden a estudiar mejor.
Seguramente puedes comprobarlo tu mismo: cuando uno estudia el aprendizaje se ve afectado por múltiples factores, desde características ambientales (como la luz, la temperatura o el ruido) hasta rasgos emocionales (como la motivación y la responsabilidad). El "estilo de aprendizaje" de cada persona, es según la escuela de programación neurolingüistica (PNL) la manera preferida que cada uno tiene de captar, recordar, imaginar o enseñar un contenido determinado.

Para la PNL, el canal perceptual por donde nos apropiamos de los contenidos (el ojo, el oído, o el cuerpo en general) resulta fundamental en nuestras preferencias de aprendizaje. La mayoría de nosotros utilizamos estos canales en forma desigual, potenciando unos y desatendiendo otros. Esto da origen a tres estilos básicos de aprendizaje: visual, auditivo y kinestésico. Por ejemplo, si intentamos pensar en una ciudad que hayamos visitado una vez, algunos recordaremos mejor el aspecto de sus edificios (visual), otros su nombre (auditivo), otros el calor o frío que hacía cuando estuvimos ahí (kinestésico).

El concepto de estilo de aprendizaje resulta muy útil para entender la forma en nos relacionamos con las materias del colegio y logramos comprenderlas o no. De hecho, se puede clasificar a quien estudia (o sea nosotros) según sus distintos estilos de aprendizaje:

 Aprendizaje visual auditivo
  • Quien tiene más desarrollado este tipo de aprendizaje, aprende preferentemente escuchando el material educativo.
  • Piensa y recuerda de manera secuencial y ordenada, por lo que prefiere los contenidos orales y los asimila mejor cuando pueden explicárselos a otra persona.
  • Responden con éxito al estilo de enseñanza más frecuente en el sistema escolar, ya que se adaptan con facilidad al formato de la clase expositiva.
  • Tienen una gran capacidad para aprender idiomas y/o música.
  • Los cassettes y discos, las discusiones en público y las lecturas en voz alta, mejoran su aprendizaje.
  • Recuerdan mejor lo que escuchan que lo que leen.
  • Su manera de almacenar información es transfiriendo lo auditivo a un medio visual (el almacenamiento auditivo suele ser menos eficiente).
  • Se calcula que entre un 10% y un 20% de la población en general privilegia el estilo de aprendizaje auditivo. Aprendizaje kinestésico
    • Los alumnos y alumnas kinestésicos/as aprenden preferentemente al interactuar físicamente con el material educativo.
    • Para aprender necesitan asociar los contenidos con movimientos o sensaciones corporales. De este modo, en una clase expositiva, se balancearán en su silla, intentarán levantarse, la pasarán haciendo garabatos o dibujitos, etc.
    • Sus aprendizajes son más lentos, y se desempeñan mejor en tareas de tiempo limitado y con descansos frecuentes.
    • Las actividades físicas, el dibujo y la pintura, los experimentos de laboratorio, los juegos de rol, mejoran su aprendizaje.
    • Pueden recordar mejor lo que hacen en lugar de lo que ven o escuchan.
    • Poseen la manera menos eficiente para almacenar información académica y la mejor para almacenar información que tenga que ver con lo deportivo y artístico.
    • Se calcula que entre un 30% y un 50% de la población en general privilegia el estilo de aprendizaje kinestésico. Este porcentaje se incrementa en la población masculina.
  • Como puede verse, los distintos estilos de aprendizaje no son mejores o peores, pero si más o menos eficaces para aprender distintos contenidos. Estudiantes visuales o auditivos se desempeñan usualmente con éxito en el sistema escolar, mientras que estudiantes kinestésicos suelen tener dificultades académicas, al ser este el estilo de aprendizaje menos considerado en la mayoría de las salas de clase. En todo caso, cada estilo de aprendizaje señala la preferencia por un determinado canal perceptual, no su exclusividad. El uso de distintos canales perceptuales puede ser reforzado con la práctica. En este sentido, el ideal del aprendizaje es el uso eficiente de los tres canales y la capacidad de adaptar el estilo propio predominante al material educativo y a la manera en que éste se presenta

Aprendizaje visual
  • Se aprende preferentemente a través del contacto visual con el material educativo.
  • Se piensa en imágenes; quien aprende así es capaz de traer a la mente mucha información a la vez, por ello tienen más facilidad para absorber grandes cantidades de información con rapidez.
  • La costumbre de visualizar ayuda a establecer relaciones entre distintas ideas y conceptos, por lo cual desarrollan una mayor capacidad de abstracción.
  • Las representaciones visuales del material, como gráficos, cuadros, láminas, carteles y diagramas mejoran este tipo de aprendizaje.
  • Videos, películas o programas de computación también mejoran este aprendizaje.
  • Se recuerda mejor lo que leído que lo que escuchado.
  • La manera más eficiente de almacenar información es visual (en una clase con retroproyector, por ejemplo, preferirán leer las fotocopias o transparencias a seguir la explicación oral, o tomarán notas para tener después algo que leer).
  • Se calcula que entre un 40% y un 50% de la población en general privilegia el estilo de aprendizaje visual.

!!!! LUGAR DE ESTUDIOS Y AMBIENTE ADECUADO PARA ESTUDIAR¡¡¡¡¡

No sólo tu inteligencia y esfuerzo influyen en tu éxito escolar. Es importante que en tu casa tengas un ambiente adecuado de estudio y hacer tus deberes. Toma nota de los siguientes consejos:

LUGAR DE ESTUDIO:
Tu lugar de estudio debe ser siempre el mismo. Así te habituarás con más facilidad al estudio. Reserva un rincón de tu habitación para estudiar o hacer los deberes
MUEBLES:
Tanto tu mesa como la silla deben estar adecuados a tu altura. Olvídate de estudiar tumbado sobre la cama o en el sofá, ya que esta posición te induciría demasiado a la relajación y te restaría atención.
LUZ:
Siempre es preferible que hagas tus deberes o estudies con luz natural. Si esto no es posible, procura que la luz sea azulada, de una potencia entre 60 y 100 watios, y que la lámpara esté situada a la izquierda si eres diestro y a la derecha si eres zurdo.
MATERIAL A PUNTO:
Antes de sentarte frente a los libros, debes tener todo lo que necesitas sobre la mesa o muy cerca. Procura que la mesa esté despejada de cualquier cosa que pueda distraerte. Así aprovecharás más el tiempo y acabarás antes tus tareas.
EQUIPO DE MÚSICA Y TELE APAGADOS:
Muchos son los expertos que aconsejan dedicarse al estudio sin nada que pueda distraer a los sentidos, sobre todo el oído y la vista. Oír música estridente o tener la tele encendida supone que el cerebro tenga que hacer un doble esfuerzo. Otras teorías sostienen que estudiar en silencio tampoco es positivo, ya que el estudiante puede tener una sensación de angustia y aislamiento que nada favorece a la concentración. Para ello aconsejan piezas de música clásica para escuchar de fondo mientras se estudia.
TABACO Y ALCOHOL:
El tabaco y el alcohol son dos de los peores enemigos del cerebro y más aún cuando se está estudiando. El alcohol va destruyendo la parte del cerebro que permite archivar la información que entra por los ojos y el oído y el tabaco reduce el volumen d los vasos sanguíneos del cerebro y no permite que se oxigene bien. En ambos casos la capacidad de memoria disminuye y por muchas horas que se dediquen al estudio, las lecciones no se aprenden con facilidad.
DESCANSOS CORTOS:
Cada dos horas, más o menos, debes hacer pequeños descansos para aliviar tus ojos cansados. Es recomendable que mires por la ventana y centres tu vista en un objeto lejano. Es una gimnasia ocular que aliviará tu vista cansada. Haz estiramientos de piernas y brazos o rotaciones de cuello. Esto también te ayudará

!!!! TRABAJO GRUPAL Y COLABORATIVO, COMO CONFORMAR GRUPOS DE ESTUDIOS ¡¡¡¡

Una de las condiciones de trabajo de tipo psicológico que más influye en los trabajadores de forma positiva es aquella que permite que haya compañerismo y trabajo en equipo en la empresa donde preste sus servicios, porque el trabajo en equipo puede dar muy buenos resultados; ya que normalmente genera el entusiasmo para que el resultado sea satisfactorio en las tareas encomendadas.
Las empresas que fomentan entre los trabajadores un ambiente de armonía obtienen resultados beneficiosos. La empresa en efectividad y los trabajadores en sus relaciones sociales. El compañerismo se logra cuando hay trabajo y amistad.
En los equipos de trabajo, se elaboran unas reglas, que se deben respetar por todos los miembros del grupo. Son reglas de comportamiento establecidas por los miembros del equipo. Estas reglas proporcionan a cada individuo una base para predecir el comportamiento de los demás y preparar una respuesta apropiada. Incluyen los procedimientos empleados para interactuar con los demás. La función de las normas en un grupo es regular su situación como unidad organizada, así como las funciones de los miembros individuales.
La fuerza que integra al grupo y su cohesión se expresa en la solidaridad y el sentido de pertenencia al grupo que manifiestan sus componentes. Cuanto más cohesión existe, más probable es que el grupo comparta valores, actitudes y normas de conducta comunes El trabajar en equipo resulta provechoso no solo para una persona si no para todo el equipo involucrado. el trabajar en equipo nos traerá más satisfacción y nos hará mas sociables, también nos enseñará a respetar las ideas de los demás y ayudar a los compañeros si es que necesitan nuestra ayuda.
Ventajas del trabajo en equipo
Entre las ventajas esenciales, que presentan el compañerismo y el trabajo en equipo, tanto para los individuos como para las organizaciones, se encuentran:
Para los individuos
  • Se trabaja con menos tensión al compartir los trabajos más duros y difíciles.
  • Se comparte la responsabilidad al buscar soluciones desde diferentes puntos de vista.
  • Es más gratificante por ser partícipe del trabajo bien hecho.
  • Se comparten los incentivos económicos y reconocimientos profesionales.
  • Puede influirse mejor en los demás ante las soluciones individuales que cada individuo tenga.
  • Se experimenta de forma más positiva la sensación de un trabajo bien hecho.
  • Las decisiones que se toman con la participación de todo el equipo tienen mayor aceptación que las decisiones tomadas por un solo individuo.
  • Se dispone de más información que cualquiera de sus miembros en forma separada.
  • El trabajo en grupo permite distintos puntos de vista a la hora de tomar una decisión. Esto enriquece el trabajo y minimiza las frustraciones.
  • Podemos intercambiar opiniones respetando las ideas de los demás:
  • Logra una mayor integracion entre las personas para poder conocer las aptitudes de los integrantes.
Para las empresas y organizaciones
  • Aumenta la calidad del trabajo al tomarse las decisiones por consenso.
  • Se fortalece el espíritu colectivista y el compromiso con la organización.
  • Se reducen los tiempos en las investigaciones al aportar y discutir en grupo las soluciones.
  • Disminuyen los gastos institucionales.
  • Existe un mayor conocimiento e información.
  • Surgen nuevas formas de abordar un problema.
  • Se comprenden mejor las decisiones.
  • Son más diversos los puntos de vista.
  • Hay una mayor aceptación de las soluciones.
  • Desventajas de la solución de problemas en equipo Se reprocha a veces al trabajo en equipo el presentar una serie de desventajas que habría que tener en consideración. Entre ellas, pueden referirse las siguientes:
    • Tomar las decisiones de forma prematura.
    • Que impere el dominio de pocas personas, en particular el de un líder.
    • Consumir mucho tiempo en reuniones discutiendo soluciones y acciones, retrasando su puesta en marcha.
    • Que existan presiones sobre miembros del equipo para aceptar soluciones.
    • Responsabilidad ambigua porque queda diluida en el grupo.
    Sin embargo, estos defectos que son frecuentes en los grupos desaparecen en los equipos cuando llegan al nivel de madurez.
    Para formar un equipo de trabajo es necesario considerar no sólo las capacidades intelectuales de sus posibles miembros sino también sus características socio-psicológicas y de personalidad de cada componente. Ciertos equipos se forman para realizar tareas concretas, otros para asesorar y otros para gestionar.
    Una participación disfuncional en el equipo indica que algo marcha mal. Es entonces necesario un diagnóstico más profundo de la organización y de sus conflictos. Algunos ejemplos de participación disfuncional son:
    • La agresividad, bajo formas directas como la ironía, el desprecio, el acoso laboral, la hostilidad y la indiferencia.
    • El bloqueo desde actitudes negativas, la resistencia, la negación continua, el desacuerdo constante, la oposición a la lógica, la falta de cooperación, la obstrucción para impedir la feliz culminación del trabajo y el desvío de la atención hacia temas menos significativos.
    • La deserción, no estar presente física ni psicológicamente, aislarse y ausentarse sin razones.
    • La división, el exceso de llamado de atención, la necesidad imperiosa de atraer simpatía y de exhibir los éxitos.
    En el trabajo en equipo y en el fomento del compañerismo es importante la función que realizan los líderes. Ellos trabajan para que exista acuerdo sobre los objetivos y que estos sean claros, así como que todos se sientan comprometidos e implicados con las tareas.[1]
La colaboración se refiere abstractamente a todo proceso donde se involucre el trabajo de varias personas en conjunto.
Como un aspecto intrínseco de la sociedad humana, se aplica en diversos contextos, como la ciencia, el arte, la educación y negocios. Está muy relacionado con la cooperación y la coordinación.
En música o cine, una colaboración es una obra que tiene más de un autor. Por la primacía de la industria norteamericana en ambos ámbitos es común encontrar el término featuring en este sentido, que proviene del verbo feature, y puede abreviarse como feat. o ft..
En Tecnolgía se refiere a incrementar la productividad y el trabajo en equipo utilizando tecnologias de información.
En la industria editorial, una colaboración es la escritura de un artículo o de una historieta, etc., firmado o no, que se publica en una revista.
La colaboración se debe dar como una actitud permanente de servicio hacia el trabajo y la familia, pero también se puede ayudar a cualquier persona que lo necesite, pensando en todo aquello que deseamos que hagan por nosotros, y viendo en los demás a su otro yo. La realización de las personas está basada en la colaboración y el esfuerzo de otras personas. La colaboración es posible cuando hay facilidad de desprendimiento; esto significa ser de espíritu generoso y este sentimiento produce un ambiente de enriquecimiento, respeto, apoyo y solidaridad. Colaborar es responsabilidad de todos, aunque facilitar el proceso requiere trabajar la fortaleza interna. Mirar a otro con una actitud de amor y colaboración. Si cada uno aportara algo, se podrían hacer grandes actos a favor de quienes más nos necesitan y esto hablaría de nuestro alto sentido altruista, haciendo la vida más ligera a los demás.
Las personas serviciales viven atentas, observando y buscando el momento oportuno para ayudar a alguien, aparecen de repente con una sonrisa, dispuestos a hacernos la tarea más sencilla. Las personas con espíritu de servicio tienen rectitud en sus intenciones y saben distinguir cuando existe una necesidad real.
Algunas veces el colaborar tiene que ver con nuestros deberes y obligaciones, pero necesitamos hacerlo, conscientes del deber de hacerlo, por ejemplo cuando ayudamos a nuestros padres sin que nos lo pidan. Darnos tiempo para hacerlo, nos permite como familia, vivir en armonía. Los hijos debemos estar al pendiente de las necesidades de la casa, al igual que nuestros padres lo están.

!!!! LA ETICA DEL ESTUDIANTE¡¡¡¡¡¡

Ética del estudiante consiste en los deberes de todo estudiante para con su familia y el estudio.

Un alumno no solo es estudiante en el centro escolar sino también en su propio hogar, en el cual se le otorgan deberes u obligaciones.

Con respecto al centro escolar los alumnos tienen un deber el cual es estudiar. El estudiar no solo es repasar las clases o aprender cosas nuevas.

El estudio se rige por la ética que es el objeto de estudio de la moral.

domingo, 14 de noviembre de 2010

!!!! DISCURSO¡¡¡¡¡¡

El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia nos ayuda a entender que un discurso es la facultad de usar la mente (el razonamiento) para reflexionar o analizar los antecedentes, principios, indicios o señales de cualquier asunto con el fin de entenderlo. Cuando reflexionas, estás discursando, es decir, aplicando tu inteligencia, para entender un tema y hasta para ser capaz de explicarlo inteligentemente a otras personas. Es una tarea que realizas en el interior de tu mente, una línea de razonamiento que sigues al deducir los asuntos.
Ahora bien, cuando expones los resultados de esas reflexiones, ya sea ante una o varias personas para proveerles la información o para que te ayuden a reflexionar aún más profundamene, decimos que estás presentando un discurso público o delante de ellas, lo que significa que los que te escuchan usan su inteligencia para entender lo que dices. Ese es el sentido principal que le damos en Oratorianet.com para diferenciarla claramente de la conferencia.
Por lo tanto, un discurso es una línea de razonamiento que te ayuda a discernir o entender un asunto, así como para explicarlo a otros. Cuando lo haces delante de otros se llama discurso público, para lo cual le añades un comienzo que despierta el interés en lo que dirás, y una conclusión que mueva a actuar.
Para acumular poder político, religioso o comercial muchos han aprovechado la influencia de los discursos debido a que por lo general las masas parecen dejarse impresionar fácilmente por quienes tienen gran habilidad para interpretar sus necesidades, ya sea mediante grandes promesas, aun las que nunca podrían cumplirse, o aparentando ser ejemplares ante la sociedad, por ejemplo, tomando la iniciativa para enfocar y proponer la solución a ciertos problemas apremiantes o desplegando cualidades directivas.
Lamentablemente, aunque la historia está tachonada de discursantes y discursos, algunos que pudieran parecer notables desde un punto de vista meramente intelectual, hoy suele comentarse que la sociedad en casi todas partes parece haber entrado en crisis. No falta quien saque a relucir el asunto del liderazgo eficaz, ya sea promocionándose y erigiéndose personalmente en un líder, o llamando atención a la necesidad de proponer a alguien, quien a su vez nuevamente se valdrá del discurso para captar adeptos.
No obstante, el discurso no debería ser necesariamente una herramienta asociada con el poder. También la utilizan los maestros para impartir instrucción, incluidos los que capacitan al personal de las empresas. De hecho, si todos los padres de familia se valieran de los principios que rigen el arte de preparar y presentar discursos, lo cual implica familiarizarse con ciertos principios de motivación y relaciones humanas, seguramente lograrían mejores resultados al comunicar sus enseñanzas a sus hijos.
También se valen del discurso los vendedores, las secretarias, los médicos, abogados, ingenieros, científicos, periodistas y demás profesionales y técnicos que sirven a la comunidad de muchas otras maneras en toda clase de puestos de responsabilidad, que no necesariamente van tras el poder político, religioso o comercial. En otras palabras, el discurso bien empleado es en sí mismo una herramienta eficaz de comunicación, y el que algunos lo hayan utilizado exclusivamente con el objetivo de manipular, acumular poder o dominar a otros denota lo peligroso que puede resultar en manos de gente inescrupulosa, inmodesta o carente de humildad.
¿Qué te recomiendo? ¿Dar un discurso o conferencia?
Depende. Para comenzar, algunos prefieren presentar un discurso, no una conferencia, porque les resulta más soportable dirigirse al auditorio en un solo sentido: Decirles lo que piensan y punto. Pero no es el mejor método. Lo mejor es dar una conferencia desde el principio, es decir, hablar de manera que ocurra una conversación, ya sea audible o retórica.
Los que solo tienen la meta de convencer suelen hablarle al auditorio, es decir, dirigirse a sus oyentes con una explicación o sermón procurando que concuerden con lo que se dijo (que respondan mentalmente con un "sí" rotundo); pero aquellos que tienen la meta de persuadir suelen ir más allá y conversan con el auditorio, dialogan con sus oyentes directa o retóricamente con la finalidad de que se sientan movidos a hacer algo al respecto. En otras palabras, los que discursan le hablan al público y hacen muy pocas pausas de reflexión. Son metralletas de argumentos, pruebas y testimonios. Pero los que conferencian usan un tono más bien pausado y conversacional y suelen hacer silencios de reflexión para que las ideas bajen al corazón y muevan a acción.
El discursante le habla al auditorio para razonar con él; pero el conferenciante conversa con él para moverlo a actuar. El discursante convence; el conferenciante persuade. Dependiendo de la forma que adopte su explicación, el auditorio permanecerá pasivo, pensando en lo que se dijo, o se sentirá movido a actuar, a hacer algo al respecto. Y viceversa, por el efecto en el auditorio se puede calificar una presentación como discurso o conferencia. Si los oyentes solo se han sentido motivados a reflexionar, ha sido un discurso, un razonamiento; pero si se han sentido movidos a hacer algo al respecto, ha sido una conferencia, una motivación (aunque no haya habido un diálogo audible).
Por eso, discursas cuando te diriges al público valiéndote de razonamientos, para reflexionar y analizar los antecedentes, principios, indicios y señales de los diferentes temas de tu interés con la finalidad de discernirlos. Reflexionas para tus adentros, es decir, en tu mente, aplicando la inteligencia para entender el asunto de una manera que puedas, de ser necesario, explicarlo hábilmente a los demás. Pero conferencias cuando das lugar a una comunicación de doble vía y motivas al público a hacer algo.
Sí, el discurso es una tarea que realizas en el interior de tu mente, una línea de razonamiento que, si deseas, puedes presentar ante un auditorio, en cuyo caso se denomina discurso público